expedient Rabassa

El ecosistema de las lagunas de Rabassa, en la periferia norte de la ciudad de Alicante, es uno de los mayores enclaves post-naturales de la península. Estos lagos contienen especies animales y vegetales que rápidamente adaptaron sus hábitats al impacto humano: una mina de arcilla que alimentaba la fabricación de miles de tejas cerámicas al año hizo emerger cuatro lagunas de agua dulce enmedio de un paisaje árido.

Las lagunas son el hábitat donde pernoctan centenares de aves que migran de Europa a África cada año y encuentran en sus aguas los macrófitos y plantas necesarias para alimentarse, así como decenas de armas y vehículos encontrados por la policía en sus profundas aguas. La topografía, moldeada por el vertido de residuos cerámicos, también acoge invertebrados, mamíferos y trazos de refugios y búnkers de la Guerra Civil. Sus inéditas características suponen un espacio de oportunidad para ensayar transformaciones que ayuden a imaginar los paisajes de recuperación de un planeta herido.

A sólo dos mil metros de Rabassa, Expedient Rabassa convirtió el patio del instituto Sant Blai en un laboratorio para analizar y cuidar los lazos entre especies humanas y no humanas que viven diariamente en el entorno de las lagunas. A través de cinco acciones —intersectadas en diferentes niveles de ciencias sociales, naturales, educación artística y lenguas— el alumnado, el profesorado y la cuarta piel compartieron un proceso para potenciar la biodiversidad del patio aprendiendo de los mecanismos ecológicos de Rabassa. La performance, el collage o la cerámica fueron algunas de las herramientas usadas para imaginar nuevas formas de relación con el entorno inmediato.